lunes, 21 de octubre de 2013

TSUNAMI





Había atravesado las capas de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión. Me desperté por el calor. No había ningún pasajero. Recordé radicalmente el ayer y abruptamente mis lágrimas empezaron a fluir. Mi país había desaparecido en el agua del tsunami que nadie vio, excepto yo cuando despegaba. Me masturbé para aliviar las penas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario