sábado, 5 de octubre de 2013

MARIANO RAJOY




1.
¿Por qué nadie escucha los discursos del rey ni de los políticos? La razón es sencilla: todo el mundo es sordo de su oreja derecha. Ya habréis adivinado, si sois inteligentes, de que se trata de una enfermedad provocada por los discursos de Mariano Rajoy.
2.
Ken Haafnherr:
Soy alemán. Puro y orgánico. Con una mente virgen, excepcional e inteligente. Albino de piel y pelo, pero solo lo sé yo. Ya sabrán porqué.Los politólogos me contratan para causar el mal de hipoacusia. Mariano, el gallego que no habla gallego, me pidió mis servicios y a partir de entonces os puedo asegurar que cuando conectáis la televisión y le escucháis no es él, sino yo. Soy convincente y seductor. Lo más probable es que lo neguéis, pero os puedo asegurar que el ilustrísimo presidente me vendió el alma. El precio de mi trabajo.
***

viernes, 4 de octubre de 2013

VALPARAISO

Putas, travestis y maricones. “Zorras” y “yeguas”, “quillos” y “flaites”. Que agradable saber que uno ha estado como en casa, como “El Raval “ de mi Barcelona. Suspiré de alivio por haber encontrado otro horizonte donde ver mar salada cuando llegué.
Me alegró poder ir al cerro, a cualquier cerro cada día y leer historias reales, sinceras y en mil colores agrietados. Haber amado a esta tierra con pendiente de barro y a todos aquellos, que como yo, se exiliaron de su tierra natal, Cataluña, con el Winnipeg.
Hoy la gente me observa triste des de la iglesia de San Francisco y se tapa los oídos, para no escuchar los chillidos de las almas presas que a lo lejos, en el cementerio de Disidentes, reclaman ya, mi presencia. Algún día comprenderé que he muerto.

jueves, 3 de octubre de 2013

EL DR. STEINBERG


"Steinberg" se encuentra rotulado en una puerta de cristal de un local. En el fondo de la sala hay ubicada una mesa vieja de despacho con un hombre calvo arrugado, sentado detrás de ella en una silla no más vetusta que él. Está con las piernas cruzadas y conversando por teléfono. Me pregunto porqué está desnudo. Parece una viñeta de RalfKönig. A mi me daría frío; no es que Barcelona sea Siberia, pero hay que tener criterio, ahí queda dicho.
Como no tenía nada más que hacer, decido entrar. En el momento en que pongo los pies en el parquet viejo de madera gastado termina su conversa y me ordena que me acerque. Sin levantarse me invita unilateralmente a desnudarme y ponerme panza arriba, y lo hago. En seguida empiezo, me comenta. Le digo que sólo he entrado a curiosear y saber a qué se dedicaba. -si claro eso dicen todos- Steinberg contesta y sigue -Le voy a decir unas cuantas cosas: No soy alemán y sí, argentino de genética. Añadiré otro dato relevante. Está atraído sexualmente por mí. ¿Soy bueno, eh? aunque no lo reconozca, pero tranquilo lo compadezco en mis sueños. Personas feas, creídas como usted hay a montones. Lo comprendo perfectamente y no diga nada, aunque no se lo crea. Usted intenta pasar desapercibido tanto como puede; habla lo justo; come lo justo; se ducha lo justo y por eso no se acerque demasiado; pero no hay manera, se cree el centro del universo. Con sólo mirarlo me dado cuenta que tiene problemas: está hipotecado; tiene hijos; mañana perderá el trabajo, por si no lo sabía; su mujer le pone los cuernos; y sus padres se acaban de morir. Quiere rotundamente encontrar consuelo conmigo. Desgraciadamente no doy. La realidad es diferente. Sois vosotros que me la dais: “la clientela”. Sufro de parloteo incontinente y me servís de muro de lamentaciones. Como os estiráis en el suelo no os veo la cara y siempre es de agradecer. Tengo la sensación que dormís y puedo expresarme con naturalidad. Fijaos, no habéis dicho nada en un buen rato, y ya me siento mejor. Pero no perdamos más el tiempo. Has venido y eso es lo importante. Tienes que saber que ahora viene cuando te mato. Es el precio por mi servicio.

miércoles, 2 de octubre de 2013

NACER



Despierto como una bombilla incandescente de tungsteno y encuentro el bofeteo de la puta realidad empírica. Sin tiempo en pensar, ni reflexionar y mucho menos, en meditar, inicio el juego fatal de hechos sucesivos aparentemente rocambolescos: "la vida", pero antes meo y cago como buen ser vivo. Soy libre de incidir en ella y esclavo de su viaje mortal. No me queda otra.