miércoles, 23 de octubre de 2013

VIAJE DE IDA




Había atravesado las capas de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión. Se hizo de día y nació una perspectiva de futuro feliz. Nos escapamos de un país en guerra y en donde nuestros pensamientos eran carbonizados con nuestros libros de historia. No somos cobardes, sencillamente somos realistas y nos gusta mirar a los ojos de las personas vivas. No hay razón alguna para no seguir nuestro objetivo de libertad personal y nadie, y repito nadie nos lo va a prohibir. El amor a nuestra patria es demasiado grande y por esto hemos decidido nuestro destino subiendo en este avión. Recordaremos el aroma a bosque húmedo. El olor a mar, siempre. Aunque no volvamos nunca, juro que mis nietos sabrán la verdad de mi pasado.

CHÉJOV Y LA "CHICA-BOMBÓN"




¿Qué pretende un joven hablando maravillas de Antón Chéjov en un tren? Estaba sentado con una chica igual o más joven que ella y por lo que supe después, tenía intención de seducirla. Escuché que se declaraba humanista de corazón, pero estudiaba economía; ella humanidades. Una situación muy corriente, pero a la vez extraña. ¿La deseaba de verdad? o ¿Solo era un antojo por comer "chica-bombón"? ¿Qué puede tener la literatura de Chéjov que la pudiese hipnotizar y hacerla tropezar en brazos de un estudiante vividor libertino? Tal vez nada o quizás su forma de expresarse de él. La verdad no era gran cosa, tenía cuatro pelos plantados debajo de su nariz y un corte de pelo de escritor de hace dos siglos. Hay un detalle interesante, llevaba un perfume de contacto caprichoso y empalagoso.
Observé que estaba nervioso e intranquilo. Gesticulaba como un actor imitando a un caballo desbocado y que había olvidado el guión sin saber proseguir. La niña universitaria se lo miraba sonriendo. A parte de delgaducha vestía una cabellera dorada de genes nórdicos, y sinceramente se la veía muy sensata. Yo le pronosticaba un futuro brillante como azafata de plató.
Me había sentado cerca de ellos porqué deseaba escuchar las opiniones, las críticas,... y así poder tener una visión contemporánea de carne y huesos de un escritor que hacía tiempo que quería comprar algún libro.
En un momento dado:
-Antonia, hay un pasaje de la página treintaicuatro buenísimo y te lo quiero interpretar porqué eres la dulzura personificada del tren.
Me puse nervioso por la emoción. Estaba a punto de presenciar un acto de valentía masculina defendiendo como mínimo a la literatura. Respiré profundamente aguantando el aire y esperé a que empezara. Después de una breve pausa el chico abrió la boca:
Querida, no me acuerdo! Es que... Resulta que tengo poca memoria y no traigo conmigo mismo el libro.
Antonia se convirtió "Hulk woman" y gritando a lo cavernícola:
Más vale que te lo hagas mirar y que vayas al veterinario del pueblo! ¡Eres muy joven para que te pasen esas cosas! ¡Tendría que caerte la cara de vergüenza! ¡Poseer un amante que no sepa recitar a Chéjov de memoria, es como no saberse la tablas de multiplicar! ¡Qué conste, que yo me las sé! además, voy añadir una cosa: no te pienso pagar el billete de tren, o sea que ya te puedes estar levantando e ir a otro vagón. ¡Cuando te conocí me pareciste un farsante y cínico! y eso no es aprobable, ¡Nadie lo es más que yo!-
Me quedé petrificado: ¿Quién me va a hacer una interpretación de chéjov, ahora?

martes, 22 de octubre de 2013

SEDA CHINA ECOLÓGICA BEIGE




Empiezo el año con una crisis de identidad. Cuando me miro al espejo, mi cara hace la competencia a las máscaras de la obras teatrales de la Grecia. Es pálida como la de un cadáver infeliz y atormentado. Almodóvar quiso contratarme para la película que acaba de estrenar: “En la piel que habito”. Le dije que no; que a mi edad ser famosa no era “cool”. Ya estoy jubilada aunque no lo parezca.
Cada día me asiento en mi tocador de princesa y me embetuno de cosméticos caros franceses, más que nada para recordar un poco las raíces dónde crecí: en la Francia de Georges Pompidue y en donde me hice mujer. Bueno… La verdad es que son los únicos que me disimulan con su efecto colágeno el rastro de arrugas dejado por el lifting que me regalé. El espejo me permite tener un control muy preciso de la evolución del bótox.
Me gusta ahorrar hasta el último céntimo, pero me derrito de placer incontrolable gastar grandes cantidades de dinero sin pensarlo. Esa dualidad me permite vivir sin remordimientos, cómodamente y al día. No pienso en el mañana porqué no existe.Siempre he pensado que padezco de alguna enfermedad mental degenerativa. Como diría Eduard Punset que vive en Fonteta: “Hay que pensar en la vida y no en la muerte”. Me río un poco de esa afirmación, pero le doy la razón, es más barato estar viva porqué esa sensación no la debo comprar, ya la tengo.
Mis hijas me han puesto un ultimátum amenazándome y comentándome que no les parecía bien que tengan que pagar las facturas de la tarjeta de crédito ellas y compre sin control ni previsión. Les voy a hacer caso y con lo cual, a partir de ahora voy a ser previsora y consecuente con el dinero. He decidido que me voy a dar un gran último placer y lo voy a pagar en efectivo con los ahorros de mi difunto marido Francisco. Me voy a comprar un ataúd. Por el momento lo voy a poner en el comedor o en la sala de estar. Lo adecuaré un poquito para poner el televisor encima y colocarle unas plantitas por aquí y por allá para darle un poco de vitalidad al “asunto”. Es de esos modernos de lujo, de doble tapa y forro de seda china ecológica de color beige.Mientras tanto a Mariela, mi gata, la voy a dejar dormir en las noches en él. No creo que se queje. Es una gata con mucha paciencia. Cuando estoy enfadada, ella me mira y no exclama nada y sigue con sus quehaceres diarios de pulirse y lamerse el pelo al más puro estilo de indiferencia masculina. ¡Me encanta porque no me contradice!
Os puedo garantizar que esa compra me va a ser muy útil, ya que tengo cáncer terminal.

lunes, 21 de octubre de 2013

TSUNAMI





Había atravesado las capas de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión. Me desperté por el calor. No había ningún pasajero. Recordé radicalmente el ayer y abruptamente mis lágrimas empezaron a fluir. Mi país había desaparecido en el agua del tsunami que nadie vio, excepto yo cuando despegaba. Me masturbé para aliviar las penas.

EL CHINO "TRANSNACIONAL"



Soy nacido en un pueblecito cuyo nombre nadie quiere acordarse, pero que sepáis que un servidor si: “Ultramuerte”; el pueblo existe. He tenido que buscar y mirar mi partida de nacimiento para asegurarme cuales son mis orígenes, ya que todo el mundo des de que era pequeño hasta en la actualidad me ha confundido por ser chino. Esta realidad no se si me ha molestado o me a hecho sentir especial, en todo caso indiferente os puedo asegurar que no. Tuve que convivir con la situación.
En la adolescencia se producen cambios sin que nadie te pida permiso y uno empieza a tomar acciones resolutorias sobre su futuro. Llegó el momento de cuestionarse como proceder con mi persona. Parecía chino en apariencia pero por debajo de mi piel todo era muy confuso. Decidí poner remedio y metamorfosearme internamente en asiático y así ser un todo homogéneo. Para decirlo llanamente: ¡Un chino del derecho y del revés! Me imaginé que sería complejo y caro. Me puse manos a la obra.Me matriculé en un master de cultura asiática, ya que es la única forma de acreditar mi identidad con seguridad. Los expertos dicen que si no tienes un título académico no eres nadie. Mientras realizaba los estudios, el día a día lo aprovechaba al máximo. Compraba en los supermercados de mis congéneres para acostumbrarme al nuevo tipo de comida y así habituarme a hablar mi nuevo idioma. Mi familia no entendía nada de lo que estaba realizando, pero yo si y eso me bastaba, hasta cierto límite.
Cuando explicas a la gente tus razones, tus propósitos y objetivos se quedan petrificados y ahí a veces empiezan a faltarte el respeto. Te insultan de forma racista por querer ser tú. Te das cuenta del aparente mundo cosmopolita y abierto en que estamos viviendo. En donde la valentía de cambiar por convicción propia es un mérito. Cuando estoy solo tengo la sensación que alguien se equivocó en decidir en que territorio meterme y dejarme sobrevivir.
A veces para que la gente me comprenda les digo que soy como un hombre nacido en cuerpo de mujer, una transexual, en mi caso el símil es ser un “transnacional”.

domingo, 20 de octubre de 2013

MEETING MEAT POINT



Estoy enfermo. Tengo acromatopsia y por lo tanto una gran ventaja. No puedo tener fobia a la sangre. Esa peculiaridad me permite trabajar en un desollador, en la sección de despiece de personas.
Somos en el año 2050 y La Tierra ya hace tiempo que ha llegado y ha superado con creces el lindar de la propia sustentabilidad. Si queremos sobrevivir tenemos que comer carne humana. Si os tengo que decir la verdad, no está mala, mas bien lo contrario. Creo que tiene aptitudes para ser una delicatessen. Hay que tener en cuenta su origen; la crianza de la carne digamos, no es lo mismo de pueblo o de ciudad. Son opuestas en las características organolépticas.Las rurales, y con eso me refiero a las de pueblo son duras y demasiado ejercitadas, aunque cabe decir que se consigue certificarlas con el sello ecológico con facilidad.Eso permite en los tiempos actuales comercializarla con una rentabilidad segura ya que estos productos tienen un valor añadido. La de ciudad, sinceramente, cuesta venderla y mira que es blanquita, según me dicen las personas que ven colores, y blandita, eso si que os lo confirmo. Da gusto cortarla y deshuesarla. No quiero tirarme florecillas, pero soy un buen profesional.
Mi cuñado se dedica a la exportación y a la importación, es delegado comercial de una marca pionera. Fue en su momento un gran emprendedor. Empezó a gestar el proyecto hacia el 2012. En aquella época había una crisis económica importante y ya se había superado el "Peak Oil".Me comenta un poco las estrategias de marketing que hay que seguir para poder tener éxito en ese sector alimentario. Se centran en la carne criada en la ciudad. Hay que ser meticuloso en la etapa de "exposición al consumidor preferente". Resulta ser que la carne de la fémina humana tiene mejor salida que la masculina, por esa razón se realizan durante el año las famosas "MeetingPoint Meat" en las ciudades de New York, París, Tokyo, ... A estas carnes se les incorpora los más famosos "packaging human designers" de la temporada de Chanyl, Gocci, Doir… y de esta forma se les añade un valor comunicacional visual de credibilidad permitiendo transmitir la valúa de la carne, asegurando mucho mejor su subasta. Aquella que no ha conseguido ser vendida tiene segundas oportunidades en los siguientes “meetings”. Cuando llegan a los treinta y cinco son retiradas del mercado.
Os animo a asistir a las subastas, son divertidas.