sábado, 19 de octubre de 2013

EL BEBÉ CERVECERO



Mi nombre es Pil, Pil Sen y nací como lo hacen todos los individuos terrestres de ocho coma nueve quilogramos, por cesárea. Parece ser que mi madre quedo descansada y traumatizada. Nací echando gruñidos de cochinillo torturado y después de que cosieran a mi madre como si fuera un trozo de ternera para cocinar a la cazuela, salió en carrera de fondo a una meta desconocida y lejana.
Os preguntareis si una criatura de esas características es normal.Si se encuentra dentro del rango de la normalidad, pues la verdad es que no. Yo soy un bebé peculiar y selecto. Y os lo digo sinceramente con orgullo. Según el pediatra, tenía unas medidas de un niño de cinco años y una inteligencia de uno de cuarenta.El día siguiente de nacer le dije al Dr. Filipo: -Cómo parto con una ventaja de cuatro años de crecimiento; alimentarme de “lechecita” todo el día no me convence. Tomármela para ser una persona fuerte y grande es un contrasentido, no lo negará ¿Cierto?. Encuentro a faltar, aunque le parezca extraño beberPilsen. Es muy nutritiva, usted ya lo sabe. Es un brebaje de prestigio. Pues verá, para reequilibrarme cuerpo y mente sólo beberé cerveza. Seguramente este proceso va por largo, con lo cual para hacer tiempo; esperaré apoyado en la barra del bar. Un buen lugar para alimentarme PSOE.

viernes, 18 de octubre de 2013

EL DICTADOR CASTRATTI

Soy el Sr. Castratti. Soy dictador no declarado y me produce placer, tener el dominio casi absoluto de una isla en forma de plátano deforme.
Hoy es domingo. Día del “Señor Inexistente”. Debería ponerme ante las cámaras para verbalizar un deslenguado largo discurso patriótico de carácter reformista, pero me da pereza. Para eso tenemos a Merkol y Hollandí que lo están haciendo de maravilla.He decidido guardar saliva para mi dedo pulgar y poder girar las páginas del periódico nacional y centrarme en la sección de necrológicas internacionales titulada: “¿Quien ha muerto? Me da orgasmo mirarlas. Tantas cruces negras, gordas y firmes. No sé si realmente creerme que toda esa gente sea católica de verdad.Observo si aparece mi nombre. Uno puede sorprenderse de encontrarse dado por muerto y por si acaso lo chequeo. Hay que ser un precavido con mala leche. He tenido suerte y voy ganando otra vez ¡Estoy vivo!. Últimamente estoy disfrutando de lo lindo con las pérdidas humanas que van apareciendo en semanal.
Me alegra decir que en el campo político, ya tengo un competidor que me caía mal, criando gusanillos de estiércol: Emanuel Frago.Una vez que lo visité intentó capitalizar mis ideas y le dije en tono muy serio que no tenía suficiente capital para hacerlo. Parece que no comprendió mi ironía de cuna inglesa victoriana. Los “galligos” del norte de “Espuña” son lentos de reflejos.
Esta semana también Toní Topías ha decidido desmaterializarse.Era un hombre que pintaba ideas conceptuales líquidas e incrustaba materia banal en el lienzo paraviento. Puedo decir con orgullo y ostento que poseíamos una conexión común. Un fin único que era el poder de la meditación y el de creer en nuestras ideas, aunque nadie las entiendera, con la finalidad por encima de todo de llevarlas a cabo, en su total plenitud.
Hoy en la mañana cuando me he despertado y he puesto la radio he tenido un sobresalto, casi tengo un desencaje de fémur porqué ha empezado a sonar un cántico nacional “yanqui” o… yonqui, en esa circunstancia daba igual, porqué lo cantaba la colocadísima Pitni Iustón. El negro de la esquela del noticiario le combinaba bien.
Hay un fallecimiento que me ha emocionado. Lo reconozco. He llorado de emoción: la última superviviente de la Primera GuerraMundial, una camarera. Una mujer entregada al deber; a la obligación de servir al soldado valiente. Ojalá hubiera podido contratarla, pero teniendo esas malditas jodidas y repulsivas leyes capitalistas, destructivas del pensar austero y comunista; me lo han impedido. Tengo que admitir que me hubiera gustado que me sirviera un ron de media mañana y que me encendiera mi puro de tarde.

jueves, 17 de octubre de 2013

LOS HOMBRES FEOS




Las mujeres o al menos las que se creen que lo son, y ahí, debería esclarecerse según el caso, dicen que la belleza interior las seduce. Este tópico nadie se lo cree y por lo tanto, para poder negarlo he contratado a un inventor talentoso de aquellos que ya no hay, para que me fabrique un hombre feo. Necesito un espécimen que aglutine todos los defectos e imperfecciones físicas de la raza humana masculina y presentarlo en sociedad.No es para nada una idea descabellada aunque podría parecerlo.
El inventor en cuestión es una eminencia. Posee no sé cuantos posgrados y especializaciones; y tengo entendido que le gusta coleccionarlos como aquel que tiene títulos nobiliarios o latas de conserva y tener provisiones de que disponer en caso de emergencia, por ejemplo si hay guerra. Él es un hombre directo.Me dice:
Fulgencio! El primer paso a desarrollar es un estudio de mercado y detallar que características concretas desarrollan el sentimiento antiestético y repulsivo físico a una mujer.
Le contesto con cara de sumiso y con total disponibilidad de atender todas sus necesidades:
-Usted es dueño de mi deseo y acataré sus designios. Me gustaría preguntarle ¿Cómo cree que tenemos que definir y elaborar el estudio? ¿A través de encuestas telemáticas; a puerta fría y/o en la calle? de esta forma, ¿Podríamos implementar los datos en un estudio multivariante y extraer datos vinculantes a trabajos sociológicos aplicados, no? ¡Seguro que elaboraría usted unos resultados provechosos y concluyentes para nuestro fin! ¿Cierto?
Me estaba emocionando por momentos cuando después de unos breve silencio me contesta:
-Querido, si hubieras estudiado ya serías un catedrático de prestigio, y de alguna cosa. Pero si te tengo que decir la verdad, no sé de que me estás hablando. Yo había pensado un modelo práctico e intuitivo.
Tomaremos cinco fotografias de entidades humanas peculiares:
Carmen de Mairena, Mariano Rajoy, Hugo Chavéz, Carlos deGales y Evo Morales. Haremos unas impresiones gigantes en blanco y negro como las que ponen en los andamios de edificios que están en obras de rehabilitación de fachada, una al lado de otra, las cinco seguidas. Pondremos cinco camiones de tomates maduros como los que venden a veinte céntimos el quilo en algunas tiendas de ERaval de Barcelona. esperaremos un hora mientras dos mil mujeres de diversa índole. Liberen sus feromonas a través de esos tomates contra la cara gigante más desfavorecida por la genética de sus ancestros. El retrato más embadurnado en consecuencia directa, será aquel que denota y supura más malestar visual. Por lo tanto y de esta forma obtendremos un buen modelo de base.
Tengo que hacerte una aclaración: no soy inventor, soy cirujano plástico y por lo tanto el personaje seleccionado de entre éstas cinco opciones será tu nueva imagen. Te operaré con tal precisión que serás un clon perfecto y a partir de ahí veremos si tu esposa té dice que te quiere igual, tal como te había dicho siempre y comprobarás en tus carnes si es verdad o no, el problema que me has planteado: saber si las mujeres se enamoran de la belleza interior de los hombres.

miércoles, 16 de octubre de 2013

EL VESTIDO DE NOVIA FLUORESCENTE




Es de noche. Me acabo de sentar en una silla de madera incómoda y he encendido la televisión para ver en directo la gala de Los Goya. Motivo suficiente para estrenar mi vestido de novia verde fluorescente. Lo compré en una época en que la cultura filipina me había seducido hasta la médula de los huesos.
Aquella misma tarde me habían llamado des de un número desconocido y al intentar contestar me cayó el móvil dentro la taza del baño. No sé que me pasó, me vino un espasmo raro, un hipo y seguramente era de las lentejas con chorizo del mediodía. ¡Manda huevos! exclamé como Federico Trillo en la España deAznar. Cuando me estaba arrodillado y con las manos en remojo intentándolo sacar del sifón en que había quedado atascado, sonó el teléfono fijo que lo tengo instalado en el baño. Consigo descolgarlo con un éxito rotundo. Me confirman que recibiré unGoya honorífico por mi trayectoria "profesional" y a media gala me vendrán a buscar en casa con una limusina recortada y austera de alquiler. La chica, que por el tono de voz diría que era un poco promiscua, me explica que hace falta que esté preparado en el momento que golpeen la puerta con autoridad y que no me asuste de ninguna de las maneras. No es que quieran detenerme por manifestarme contra la política actual en público, ni por ser desahuciado por no pagar las letras de la hipoteca, sino que espara ser acompañado al teatro principal, no fuera el caso que me perdiera. Ser despistado tiene esas cosas. Colgué el aparato telefónico y con los nervios de la noticia, me senté en el retrete desahogándome severamente.
En mi profesión siempre hay que ir vestido de oscuro, sería por decirlo de alguna forma mi uniforme laboral. Según las épocas del año uno tiene que aprenderse algunos guiones y actuar con total credibilidad. Mis espectáculos son directos y en ellos se desprende mucha energía. Llevo una dilatada trayectoria y es lógico que los académicos se hayan fijado en mi.
El culo se me ha puesto chato y los ojos los tengo en posición de lémur de Madagascar esperando el gran momento. Falta poco para que sea medianoche, hora coincidente con el ecuador del festival de cine. Estoy a la espera que el silencio oscuro y frío de mi sintética vivienda se rompa y resuene el eco de la puerta metálica. Empiezan a sonar las campanas y acabo de tener un instante de crisis de personalidad: no sabía si era la cenicienta o la futura mujer del duende malvado de Batman. No he tenido tiempo de debatirlo porqué escucho de fondo el golpe de puerta, pero la del vecino. Ya me extrañaba que un cura como yo, con una carrera "confesional" intachable le concedieran el Goya por hacer misa los domingos. Luego pensé que la chica promiscua se habrá equivocado de número de teléfono. Mi vecino es actor y de los buenos de antes, tiene el mismo nombre que yo y vive en la misma escalera. En fin, tendré que resignarme. Decido levantarme e ir a buscar en la cocina unos cacahuetes salados y devolverme en mi silla incómoda a degustarlos. Primero chupándolos suavemente y luego masticándolos a desgarro, siempre teniendo precaución de no aplastar mi vestido de novia fluorescente filipino.

martes, 15 de octubre de 2013

EL ESPIRITU OBSERVADOR



Decidí morirme para encontrar placer en el viaje. Ahora no tengo limitaciones ni económicas, ni temporales. Disfrutaré observando el eterno con mi paso andante y no me cansaré en perder mi virginidad a través de mi olvido. No existo, más que para mi y para el éxito en un lenguaje que no conozco. Me he convertido en un autómata viajero y en un electrón cansado de voltear sin rumbo. Me gusta que las personas respiren a mi alrededor. Nunca sé quienes son. Sus caras no son desconocidas y su halo es de forasteros ásperos. Los considero actores de una vida ajena a la que vendí por no querer hipotecarme con la trivialidad de la típica familia feliz. A ellos les susurro en el oído cuando me acerco y se aterrorizan por mi presencia-ausencia, imposible de materializar con dignidad.
Soy un polisón universal de constante cambiante y ultrasónica metamórfica; fantasma me dirían algunos o viajero del más allá dirían otros.